En mi entrada anterior, os contaba acerca de la mítica redacción que nos pedían en el cole luego de las vacaciones, porque estaba a punto de empezar a trabajar y me parecía una forma bonita de darle la bienvenida a las rutinas que se generan diariamente. Desde entonces, han ido surgiendo diferentes situaciones que han requerido mi atención. Incluso hubo una que me produjo tanto desconcierto, que se me quitaron las ganas de escribir (os lo contaré en una de mis historias). Sin embargo, con todo ese desconcierto he comprobado que el agradecimiento por cada nuevo día y contar con gente preciosa en mi vida, es la mejor opción de sobrellevarlo y seguir hacia adelante con la mejor de mis sonrisas.
Ha sido una canción que tarareaban mis peques la que me ha vuelto a dar inspiración para escribir, espero que os guste.
El patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja como los demás 😉
Ciertamente, es una frase bastante contradictoria, porque a pesar de que el patio es particular, igualmente se moja como todos los patios. Para mí, se asemeja un montón a la vida misma, porque aunque cada uno de nosotros somos y tenemos nuestras particularidades, no estamos exentos de «mojarnos» con la «lluvia que moja» a todo el mundo.
Puf! Vaya trabalenguas.
Me explico mejor: Cada persona es única en toda su extensión y por tanto hace de su vida algo único e irrepetible, sin embargo, las situaciones que se presentan en la vida suelen asemejarlo (y a la vez acercarlo a través de la empatía) con otras personas. Esas situaciones semejantes son la «lluvia que moja», porque a todos nos tocan situaciones alegres/ tristes/ dolorosas/ excitantes, etc. que nos hacen comprender más de cerca lo que otros han vivido.
No obstante, es curioso como algunas personas suelen perder la perspectiva del resto del funcionamiento del mundo, ya que les parece que su situación (de tristeza, alegría, etc.) es inigualable y todo el mundo debe comprenderles, felicitarles, etc.
Creo que la clave es saber vivir cada experiencia con la importancia y el valor que ameritan, sin reprocharle a nadie por no saber empatizar con nosotros y lo que nos ocurre. Así mismo, es muy importante recordar abrazar y tatuar en nuestra memoria todos los momentos de alegría y bienestar, para que cuando nos ocurran cosas tristes y dolorosas, podamos sentirnos afortunados y fortalecidos de haber vivido esos otros momentos. Porque, siempre, así como os lo dije en otra de mis historias: «Esto también pasará» (aquí la historia que da origen a esa frase https://www.youtube.com/watch?v=zL4aXB1OBvQ , y por eso nos debemos a nosotros mismos, el saber sonreír incluso ante las adversidades de la vida.
NOTA MENTAL/REFLEXIÓN: Ser amable con todas las personas que me encuentre, porque quizás puedan ayudarme al menos con una sonrisa a sobrellevar mejor mi «patio mojado»… O incluso, puede que yo les ayude con mi sonrisa a transitar por su «patio mojado» con más ánimo.
Historia escrita en el año 2016
AdrIsa 😘