¿A qué os imagináis un rico helado de vuestro sabor favorito con una apetitosa cereza como en las películas?
Lo mismo me imagine yo cuando la abuela de uno de los peques de mi trabajo me lo dijo; sin embargo la conversación no era sobre postres, estábamos hablando de dónde, cómo y cuando los niñ@s aprenden valores.
La abuela me explicaba que se habían reído de su nieto porque derramó agua sobre sí mismo y como es un niño algo tímido no comentó el incidente a ningún monitor, pero llegó bastante contrariado a casa. Por supuesto, la situación le dejó bastante preocupada ya que últimamente en el telediario informan sobre casos de acoso escolar que los peques no saben cómo manejar y que pueden tener consecuencias irreversibles.
Justo cuando iba a tranquilizarla, continuó hablando ella con la reflexión que ha dado origen al título del cuento de hoy, abro comillas y cito:
«Te comento lo ocurrido para que estéis atentos con todos esos niños que pudieran pasar desapercibidos por ser más tranquilos que la mayoría y que rara vez se quejan o arman saros. Entiendo que el tiempo que pasáis con ellos es poquísimo comparado con la casa, el colegio y el parque por decir otro sitio; créeme si te digo que valoro mucho vuestro trabajo. No he venido a hacer un reclamo, porque os veo y sé que estáis comprometidos con el cuidado de los niñ@s, además tengo muy claro que los valores de solidaridad, respeto, empatía, etc. que favorecen el buen comportamiento de los chavales se aprenden en la familia y se refuerzan en el colegio para aplicar en cualquier otro sitio. En conclusión, vosotros en el comedor, sois la cereza del helado, porque si no está bien montado no hay manera de sostenerla».
Cierro comillas.
Al marcharse, luego de imaginarme el gran helado de película, vi a la pobre cereza cayendo vertiginosamente porque las capas inferiores se desarmaban rápidamente. Una imagen que llevada a la comparativa de la abuela, sinceramente preocupa, aunque si os digo la verdad, creo que más que PRE-OCUPARNOS, tenemos que OCUPARNOS de estar atentos cada vez que interactuemos con niñ@s, ya que como cualquier otra persona, ellos hacen lo que ven, no lo que se les dice.
En mi vida hay muchos niños, así que estoy desde la cereza hasta lo profundo del helado. ¡Uy! parece que debo estar muy atenta.
Y vosotros ¿Tenéis muchos niños en vuestras vidas?¿En cuál capa estáis?
Historia escrita en el año 2017
AdrIsa 😘
