Me parece que en alguna otra ocasión (o en varias) os he comentado que a veces creo que nadie lee mi blog; sin embargo siempre que lo pienso ocurre alguna buena razón para seguir escribiendo, porque el sentido de este blog es hacer reflexiones y que lo lea quien quiera aunque no sean ninguna de las personas que conforman mi círculo más cercano (y si lo leen nunca comentan nada al respecto).
Entonces, hoy me vuelvo a sentar a escribir para contaros una #NuevaHistoria
En casi todas mis historias y en mi libro Diario de un Time Out https://www.amazon.es/Diario-Adriana-Isabel-Noronha-Saldarriaga/dp/8409058146 os he comentado que con la meditación estoy más tranquila y llevo mejor mis interacciones en general; pero además de esto, que es súper genial para mí, también he comprobado que al meditar, mi mente suele estar más aquietada, aunque nunca callada del todo, y puedo concentrarme hasta el punto de escuchar nítidamente ese o esos pensamientos que me incordian más y así determinar si puedo hacer algo para solucionarlos o abordar ese tema/pensamiento que me hace sentir incómoda/preocupada/ansiosa/triste.
Entonces, luego de meditar apunto en mi libreta o como nota mental lo que saqué en limpio y si es alguna duda o problema suelo darme un par de días antes de abordar algún otro pensamiento para buscar esa solución e incluso apreciar las oportunidades que me presenta la vida con relación a esa duda. Sí, espero que la vida me hable.
Quizás, algún escéptico dirá: Si hombre, quédate sentadita que las soluciones te caerán del cielo.
A lo que yo le contestaría como aquel sabio: Tienes razón y luego seguir adelante, porque lo que no puedo hacer es perder mi energía en explicar algo que ese escéptico no quiere saber ni ver.
Sin embargo, a vosotros que me leéis, sí os explicaré a qué me refiero con eso de esperar a que la vida me hable:
Efectivamente las soluciones no caen del cielo como en los dibujos animados (me imagino ahora mismo una secuencia del coyote y el correcaminos cuando les cae del cielo cualquier pedido de la marca acme https://www.youtube.com/watch?v=YJZfrpGJ3oY ) pero lo que si suele ocurrir es que la vida nos va mostrando respuestas a las preguntas que nos hacemos para que veamos más claro el camino a seguir, es lo que algunos llaman señales. Tal y como os he dicho ya muchas veces, solo las vemos cuando hemos aquietado la mente para dilucidar cuál o cuáles son esos problemas que podemos y queremos resolver pero no encontramos los pasos o la forma de hacerlo.
¿Me explico?
Quizás es un tema muy complejo para resumirlo en un post del blog, pero intentaré explicarlo con un ejemplo de algo que me ocurrió hace unos días.
La historia que hoy os voy a contar parece de película, pero confirma que el mundo es un pañuelo y por eso lo importante es hacerlo bien siempre, aplicar aquella frase de Maya Angelou:
«La gente olvidará lo que dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir».
Además, confirma que cuando le preguntas a Dios, la Vida, el Universo o como queráis llamarlo, si estamos atentos, nos responde claramente.
Resulta que llevaba días preguntándome en mis meditaciones diarias, el motivo por el cual aunque sigo trabajando con niños, no he podido volver al aula o porque no existen más alternativas para los educadores que queremos y creemos en la educación tanto en los ámbitos formales como en el resto de ambientes en los que hay niños, favoreciendo así el aumento de mis ingresos. Por supuesto, entre todas mis cavilaciones, he pensado que quizás no se me ha dado la oportunidad de volver a la educación formal o no he encontrado alguna forma de percibir más ingresos como educadora sin volver al aula, porque no soy buena profesora…
Entonces la vida va y me planta este regalo (me da en toda la frente) para recordarme que estudié educación por vocación mas que por lo que pudiera repercutirme económicamente; y que siempre que he trabajado con niños, bien sea en el aula o fuera de ella (en campamentos, talleres, fiestas, actividades extraescolares, etc.) lo he hecho bien.
Espero que estéis sentados porque quien solo crea en las probabilidades y las teorías rígidas y sin fallos se queda patidifuso.
Resulta que iba de camino a casa de una de mis hermanas cuando me envió un WhatsApp para pedirme que parase en una panadería para comprarle una cosas.
Entré en una panadería a la que había ido un par de veces y la niña que me atendió es venezolana (también me atendió las otras veces); cuando me estaba cobrando, una señora me saludó pero al girarme se dio cuenta que no nos conocíamos y me dice:
Lo siento, te he confundido. En ese momento la niña que me atendía me dice: Siento molestar pero yo creo que también te confundo con alguien, así que igualmente tengo que preguntar: ¿Tú has vivido en Venezuela?
Yo: No sólo viví, soy venezolana.
Ella: Es que como no tienes el acento. ¿Y te llamas Adriana?.
Por supuesto me quedé algo descolocada y le dije: Pues sí.
Ella: Entonces eres mi profe.
Evidentemente se me saltaron las lágrimas y le pregunté: eres… Como estaba tan emocionada, ella acabó la frase: Soy Amanda tu alumna del Mater …
Mientras me secaba las lágrimas, ella le decía súper contenta a la otra clienta: «¡Es mi maestra de cuando yo era pequeñita, solo estaba en segundo de primaria!».
Luego nos abrazamos y hablamos un poco porque estaba trabajando; le pedí su número y ya quedaremos otro día. Antes de marchar me dice: «¿Nos podemos hacer una foto? Es que si no mi madre no me va a creer«.
Nos hicimos la foto y nos despedimos. Al salir lloré mucho de alegría por sentir la bendición de haberlo hecho bien como profe y seguir trabajando con niños, porque la educación no es exclusiva de un aula de clases.

Ha sido un encuentro mágico, de hecho ya hemos vuelto a quedar y estuvimos hablando un par de horas para ponernos al día de lo que ha ocurrido en nuestras vidas pasados 12 años.
No os podéis imaginar la satisfacción de ver a mi alumna tan bonita por dentro y por fuera. Todavía me saltan las lágrimas al pensarlo y recordar sus palabras: «Te recuerdo porque siempre fuiste muy buena conmigo y me tenias mucha paciencia».
#AgradecidaModOn
Así que seguiré buscando la forma de percibir más dinero haciendo lo que me gusta y se me da bien: trabajar con y para niños; quizás sea una buena idea hablar en el blog de todos los temas de educación que conozco ¿Cómo lo veis?
Contadme, ¿Habéis experimentado alguna situación que sea una respuesta a vuestras preguntas?
Historia escrita en el año 2019
AdrIsa 😘