Estoy segura que todos los que me leen y los que no también, hicieron en algún momento de sus vidas, la clásica redacción titulada, con palabras más o menos, «¿Qué hiciste en tus vacaciones?. Cuando era pequeña, me encantaba escribir detalladamente cada actividad que había hecho, los lugares que había visitado y por supuesto con quienes había disfrutado mis vacaciones; y recuerdo que al final hacia un dibujo con mis momentos favoritos.
Aunque con el paso de los años escolares, me resultaba aburrido escribir lo que hice en mis vacaciones; reconozco que durante todos mis años trabajando con niños, he mantenido la petición de la «mítica redacción» luego de las festividades, porque siento que con ella queda de manifiesto el valor que le dan los niños a cada detalle y sobre todo a los momentos compartidos, sin importar los sitios que hayan visitado.
¿Qué hice en mis vacaciones?
En primer lugar busqué todas las ofertas para realizar un viaje fuera de España (todo carísimo), luego busqué ofertas para visitar algún lugar de España, fuera de Galicia (todo igualmente caro). Con este panorama, perdí las ganas de seguir buscando, ya que no me hacía mucha ilusión recorrer Galicia. A medida que se acercaba la fecha de empezar las vacaciones, sentía el gusanillo de querer visitar lugares espectaculares, pero como no había encontrado nada FUERA que se ajustara al presupuesto, decidí buscar ofertas DENTRO de Galicia; y encontré un alojamiento a un precio incomparable, cerca de playas y sitios bonitos.
Emprendí rumbo al sur gallego y aunque me esfuerce por describir, creo que no existen calificativos suficientes para plasmar con palabras los preciosos paisajes que descubrí. Además, conté con la suerte de recorrer esos parajes junto a mi novio, lo cual los hizo más bonitos si fuese posible.
Cada lugar que visitamos, resultó espectacular, no solo por las vistas, sino también por la calidez humana de cada persona que nos encontramos. Disfrutamos de días súper soleados (cosa rara en Galicia jejejeje) y de la atención de gente que nos hizo sentir como en casa.
Para finalizar, debería hacer un dibujo; sin embargo, me voy a valer de la tecnología, y agregaré una foto mía acompañada del espectacular paisaje de las Islas Cies. Antes de despedirme hasta la próxima historia, me gustaría que os regalarais unos minutos para describir con la mayor cantidad de detalle posible, las sensaciones de alegría y bienestar que os acompañaron en cada momento único de vuestras vacaciones, porque además de ser un ejercicio de agradecimiento, os recargará de buena energía para la vuelta al trabajo y descubriréis que día a día podéis disfrutar de esas sensaciones.
NOTA MENTAL: Con esta «mítica redacción» he descubierto que en todas las búsquedas, solemos empezar FUERA, porque creemos que no hay nada DENTRO que nos pueda maravillar. La verdad es que DENTRO tenemos todo lo que necesitamos para ¡SER FELICES!
Historia escrita en el año 2016
AdrIsa 😘